Estos son mis alumnos en el patio. A primera vista lo que a cualquiera se le puede ocurrir es decirles que no se guarreen más, pero la historia del juego tiene miga y yo desde que la sé, no paro de mirarlos y reírme.
Mi hijo Juan vino un día a casa muy enfadado y claro le fui preguntando hasta que por fin me lo contó todo:
- Mira mamá, en el patio estamos haciendo una ciudad entre todos los de 2º B, pero los de 2º A han venido y han empezado a hacer un lago con un muro justo encima nuestro.
- Ah ! Pues muy bien, así tenéis agua en la ciudad.
- Nooooo !! Que lo que hacen es llenar el lago de agua y cuando hemos terminado nuestra ciudad quitan el muro y nos destrozan todas las casas.
- Vaya !! Y vosotros no les decís que no hagan eso ??
- Siii, pero ellos se ríen y traen más agua.
- Y qué vais a hacer ???
- Nos hemos ido a otro lado del patio ( tipo éxodo ) para hacer otra cuidad, pero nos han seguido y entonces hemos buscado todas las piedras que hay por el patio y hemos hecho un muro grande para defendernos ( como el muro de Berlín )
- Vale, pues ya no hay problema.
- Es que ahora nos roban las piedras.
- Pues lo que tenéis que hacer es uniros y hacer una ciudad más grande entre todos, con un lago, un río y muchas casas.
Ese día después del recreo todos estaban contentos, pero ahora Juan está enfadado porque se han creado rangos, oficios y eso parece la construcción de las pirámides de Egipto:
Hay un constructor que decide el diseño y da ordenes, ( solo le falta el látigo )
Los aguadores, que van y vuelven mil veces a la fuente con las bolsas de los bocadillos llenas de agua
Los de la tierra, la traen en las camisetas dobladas ( como los mayores la fruta que se nos va cayendo de las bolsas )
Los creadores del barro, los ríos, el lago.
Juan es peón del barro, ( así llega a casa ) pero dice que el diseño está mal y todo se va a caer.
Yo le digo que por qué no lo dice ?
Y él responde que no, que él solo es un obrero y que no es su trabajo diseñar nada.
Por eso el otro día en la reunión de padres se lo expliqué a los padres para que no se enfaden cuando van sucios a casa y lo primero que hacemos cuando vuelven del patio es lavarse las manos, la cara, los brazos, cualquier cm de piel que no esté cubierto de ropa.
Y cuando los veo en el recreo, me acerco, les escucho y me río al ver lo concentrados que están en su mundo y sus juegos.